Consejos de ahorro para que ir al supermercado no sea una pesadilla

En estos tiempos donde hacer las compras es sencillamente un horror, nos proponemos un pequeño análisis que va desde la contracción inflacionaria hasta una revisión de algunas estrategias en las estanterías. Sigue los siguientes consejos para relajar un poco el bolsillo en el desfile de las góndolas.

Hemos experimentado y tenemos muy presente cuánto han aumentado los precios, pues impacta directamente en cuánto dinero nos queda en el bolsillo. Nuestros sueldos, a diferencia de los precios de los productos, no han aumentado. Aunque, por otro lado, si tenemos acceso a un sueldo fijo mensual, deberíamos de estar agradecidos.

(Foto: Canva)

Estamos de acuerdo con que las cosas no están bien y no debería ocurrir lo que ocurre, pero, superando esta mínima reflexión, pasemos a un tema más preocupante en nuestro día a día. A partir del aumento en los costos de la energía, todos los productos han sufrido un aumento en sus precios finales de góndola -sobre todo productos de primera necesidad-.

Uno podría adjudicarle esta suba de precios al conflicto entre Ucrania y Rusia, pero lo cierto es que los comercios minoristas y el marketing estratégico, tenían la intención de hacernos gastar más antes de que estallara la guerra. Ahora se suman los problemas.

Por un lapso de al menos 10 años, la shrinkflation nos mantiene gastando cada vez más, al mismo tiempo que mantiene el consumo: nos mantiene comprando. Revisemos qué cuestiones no se escapan de nuestro control para poder hacerle frente a esta problemática.

Pesadilla en el supermercado, no te tenemos miedo

No importa qué se esté queriendo alcanzar, si uno quiere hacerlo del mejor modo, es mejor contar con una buena estrategia. Esto vale también para hacer las compras. Lo primero que hay que hacer, es desconfiar de las estanterías. Está todo armado para que compres el producto más caro: son los que colocan a la altura de los ojos. Haz menos sentadillas en el gimnasio y guárdate algunas para el paseo por las góndolas. Los productos más bajos son tus amigos, no te dejes engañar.

(Foto: Canva)

Ten cuidado con las ofertas, que, por supuesto, siempre hay que revisarlas y vienen bien, pero hay un límite. Es bien posible que tenga un precio reducido pero idéntico a un producto de otra marca con un precio razonable. Por otro lado, no sirve de nada comprar demasiado de un producto –supuestamente para ahorrar- si después terminamos tirándolo a la basura porque está vencido y se echó a perder. Además, es muy común que esos productos de oferta tengan menos contenido que lo habitual.

(Foto: Canva)

La carne es el producto más problemático: en tanto que ahorramos, nos llevamos menos a la boca. Es muy importante entrar al supermercado con una lista de compras lo más detallada posible. De tal forma, nos impediremos deambular entre las góndolas pensando “¿qué comprar?” y no terminaremos comprando de más. Lo mismo ocurre cuando vamos al supermercado con hambre: procura ir después de una comida, para hacer las compras ateniéndote al plan.

Impostazioni privacy