Tu lavadora va a agradecerte este secreto de la abuela: conseguirás un lavado perfecto

No olvides este consejo para cuando tu lavadora haga alguna rabieta. No vas a poder prescindir de la practicidad y efectividad de este secreto. ¡Y es muy económico!

Estamos dispuestos a cosas imposibles para solucionar problemas muy simples; escalamos montañas y valles ardientes para luchar contra un dragón de tres cabezas, cuando la solución estaba a nuestro alrededor. «Lo esencial es invisible a los ojos» es una gran verdad relatada hermosamente en «El Principito».

(Foto: Canva)

Somos conscientes de que citar el «El Principito» para lavar la ropa es una exageración, pero saca a relucir una gran verdad. A pesar de ello, si nos restringimos a un plan más real y concreto, como reiteramos cada vez que podemos, no es necesario comprar productos carísimos que, además, tienen un fuerte impacto en términos de contaminación.

Por otro lado, si nos remontamos 100 años en el pasado, la comodidad que brindan los electrodomésticos actuales, procesos de centrifugado, lavados cortos, división entre ropa de color y ropa blanca, era utopía pura. La ciencia motivada por nuestra sociedad ha logrado brindarnos una vida cada vez más cómoda y sencilla.

Pero a veces solo hace falta seguir los secretos de la abuela. Este seguro que no lo conoces, pero para tu lavadora va a ser un placer. Averigüemos de qué se trata.

El secreto de la abuela para un lavado perfecto

No te confundas, es increíble lo que puedes lograr con la sal gruesa, más allá de dar sabor a tu comida. Solo dos cucharadas en la cesta y las fibras de los tejidos ganarán suavidad. La sal, al quitar la cal, “ablanda” el agua.

(Foto: Canva)

Para los jeans y las toallas rizadas que van perdiendo su suavidad original, este es un gran truco. ¿Qué decir de los vestidos de verano? Se secan de nada dando la sensación de aspereza. La sal, de hecho, puede revivir prendas de color u oscuras. Evita esos halos amarillentos que aparecen en las prendas blancas.

(Foto: Canva)

En una palangana, coloca el agua, la sal y la ropa, antes de meterla en la lavadora. En resumen, un poco de sal es todo lo que necesitamos para salvar nuestra ropa y nuestro bolsillo.

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