Activistas ambientales asesinados: Dar la vida por defender el planeta

La explotación de los recursos naturales y la persecución despiadada de activistas ambientales latinoamericanos han ido en aumento desde 2015.

 Greenpeace Argentina
(Foto: Greenpeace Argentina)

Hay dolorosas realidades que piden soluciones tan urgentes que nos hacen despertar, comunidades y ecosistemas que no pueden esperar, y vidas que inspiran. Probablemente cada acción que realicemos, desde el lugar en que estemos, marque la diferencia en la lucha por la protección del medio ambiente ante la explotación humana.

Históricamente líderes de diversos lugares del mundo han luchado por una mejor calidad de vida para sus pueblos o ciudades, defendiendo su territorio con acciones organizadas para frenar diversas problemáticas y su impacto ambiental, desafiando los intereses de las principales industrias responsables.

Global Witness, -ONG internacional cuya principal misión es la denuncia de explotación de recursos naturales, violación de derechos humanos y casos de corrupción-, alertó en uno de sus informes que en los últimos cinco años hubo un alarmante aumento de presiones y ataques seguidos de muerte, hacia activistas defensores de la Tierra y del medio ambiente.

Siguiendo con datos publicados en su sitio web, 2019 fue el año con mayor número de muertes de activistas ambientales y líderes comunitarios en todo el mundo con un total de 212 asesinatos. Para tomar dimensión de la cifra, equivale a más de cuatro personas por semana que perdieron la vida.

“En promedio, cuatro defensores han sido asesinados semanalmente desde diciembre de 2015, mes en que se firmó el acuerdo climático de París, rodeado de esperanzas por una nueva era de progreso climático”, palabras textuales de la información publicada en el sitio de Global Witness.

La responsabilidad de los hechos delictivos recaería en un entramado de poder ejercido por empresas vinculadas al sector agro, petróleo, gas y minería.

Con nombre propio en primera línea de protección ecológica

Los activistas ambientales latinoamericanos lideran el ranking geográfico, en cuanto al permanente riesgo que deben afrontar, por la defensa de territorios y áreas que deberían ser protegidas debido a su riqueza de biodiversidad.

Para rendir honor a estas vidas, a continuación presentamos algunas de las historias de quienes desaparecieron en medio de conflictos ambientales poco esclarecidos en la defensa de bosques, cielos, humedales, océanos y zonas naturales en riesgo.

Berta Cáceres (Honduras)

Berta Cáceres
Berta Cáceres – Honduras (Foto: Amnistía Internacional)

Líder indígena asesinada en 2016, Berta Cáceres era reconocida a nivel mundial por ser una de las fundadoras del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), entidad en la que se realizaron importantes campañas contra megaproyectos que violaban derechos ambientales y perjudicaban las comunidades locales.

Uno de los conflictos que más la llevaron a exponerse como ambientalista denunciante fue su rechazo a la represa hidroeléctrica, que afectaba la fauna del ecosistema local y obstaculizaba la provisión de alimentos a la comunidad Lenca.

A pesar de sus advertencias por haber recibido amenazas y debido a su falta de protección, siete atacantes no identificados irrumpieron en su hogar y atentaron contra su vida. Posteriormente una investigación judicial concluyó que los hombres habían sido contratados por ejecutivos de Desa, empresa que construye la hidroeléctrica en el territorio defendido por la ecologista.

Edwin Chota (Perú)

Edwin Chota
Edwin Chota – Perú (Foto: Andina)

Activista ambiental peruano, jefe de la comunidad indígena de la Amazonía del Alto Tamaya-Saweto, único adulto que sabía leer y escribir entre 30 familias que conforman su colectividad. Trabajó para que el territorio que les pertenece sea reconocido por las autoridades y lo defendió contra el avance de la tala ilegal en los bosques amazónicos.

Fue asesinado en una presunta emboscada, junto a otros tres integrantes de la comunidad, mientras atravesaban la selva. Había presentado varias denuncias en Lima ante autoridades de Pucallpa, en contra de los madereros que actuaban ilegalmente en la zona, en la que también advertían que se operaba con narcotraficantes.

Diana Ríos, actual líder de la comunidad Alto Tamaya-Saweto, exige justicia y alerta a los gobernantes que aún se sienten amenazados por los taladores ilegales de la zona, a pesar de solicitar protección al distrito policial regional.

Waldomiro Costa Pereira (Brasil)

Waldomiro Costa Pereira
Waldomiro Costa Pereira – Brasil (Foto: MST Oficial)

Brasil es un país inmensamente rico en hábitats de flora y fauna, recursos naturales y -en contraposición con esta preciosa realidad natural- uno de los más peligrosos para la vida de los ecologistas.

En el mismo año en que fue asesinado Luiz Alberto Araújo, secretario de medioambiente del Ayuntamiento de Altamira, muere Waldomiro Costa Pereira, activista y ex militante del Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra (MST) y del Partido de los Trabajadores (PT), mientras permanecía internado recuperándose de un anterior atentado.

Durante años abogó por una reforma agraria desde el MST, pero al momento de su muerte ya no formaba parte de la organización, sino que asesoraba al gobierno local en materia de Agricultura.

Homero Gómez González (México)

Homero Gómez González
Homero Gómez González – México (Foto: Facebook)

El activista ambiental era considerado “el guardián de las mariposas Monarca” ya que durante muchos años defendió su hábitat, como presidente del comisariado ejidal de El Rosario, Michoacán, donde se encuentra la Reserva de la Biosfera de la Mariposa.

Homero Gómez González intentaba detener el avance del turismo y de la frontera agrícola para proteger el territorio de cría y reproducción de las mariposas, además de promover y realizar campañas de reforestación y concienciar sobre la necesidad de aparición de nuevos bosques para combatir el cambio climático.

Pocos días antes de su desaparición, sus esfuerzos para proteger los bosques de oyamel, pino, encino y cedro se habían acentuado, ante el avance de la tala ilegal por parte de los agricultores que querían extender sus plantaciones de aguacate. Hasta hoy se desconocen las causas de su desaparición y muerte.

El clamor por Justicia y la participación ciudadana

Como alguna vez dijo uno de los íconos activistas de la defensa ambiental más reconocidos a nivel mundial, la Dra. Jane Goodall: “todavía quedan muchas cosas en el mundo por las que merece la pena luchar. Muchas cosas bellas, mucha gente maravillosa luchando por revertir el daño causado, por ayudar a aliviar el sufrimiento”.

Miles de vidas se pierden en la defensa de las invaluables reservas forestales y ecosistemas, que se ven acechados por la actividad comercial y extracción intensiva de los recursos naturales. Ante la constante amenaza de los grandes intereses del poder económico y gubernamental, es importante sumar nuestro apoyo al pedido de justicia, y defender con acciones ciudadanas a los líderes locales en cada ciudad, para que sus voces jamás sean calladas.

Fuente: GlobalWitness.org

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