El pastel más fresco existe: nada de huevos, leche o manteca

Hoy aprenderás a preparar el pastel más ligero del mundo. Sin grasas o ingredientes pesados, idealmente fresco para el verano, se convertirá en la mejor merienda de todas.

Ya sea por el calor o por el estrés que genera, aquellos que no son tan amantes de los dulces no comprenden el sacrificio al que se ven obligados quienes realmente disfrutan de un delicioso, alto y muy suave pastel. Debemos sincerarnos, hay dulces que son tan perennes como un gran árbol: trascienden cualquier temporada.

(Foto: Pixabay)

Para ello sólo hace falta pensar en un pastel de chocolate -oscuro o con leche-, el pastel margarita con su mantecoso sabor, puede ser rellenado como más te guste. Está claro que puede resultar muy agotador, durante el verano, hacer algo muy elaborado. Puede llevar mucho tiempo y es posible que tengas que usar leche, huevos o manteca, es decir, ingredientes pesados.

Es por ello que queremos recomendarte esta variante ligera, ideal para el verano. Te aseguramos que es justo lo que estás necesitando. Esto es lo que necesitarás:

  • 250 ml de agua tibia
  • 200 gr de azúcar granulada
  • 300 gr de harina 00
  • 1 sobre de levadura de vainilla para tartas
  • 1 pizca de canela
  • 50 gr de chispas de chocolate

En menos de 5 minutos, prepara el pastel veraniego más delicioso, bueno y ligero

No vas a tener que pasarte horas frente al fuego, ni batir yemas con azúcar, ni extraerlas de las yemas para preparar esta versión del pastel de verano. Ya habrás visto que los ingredientes no incluyen manteca, leche ni otra grasa. Es muy ligero y se prepara en menos de 5 minutos. Veamos juntos los sencillos pasos que requiere hacer realidad esta delicia.

(Foto: Pixabay)

Vamos a calentar la parte líquida para empezar a preparar el pastel de agua de verano. No debe estar caliente, sino bien tibia.

Ahora añade el azúcar espolvoreada y, con unas varillas, mezcla todo durante algunos minutos hasta que quede todo disuelto por completo.

Entre tanto, tamiza la harina mientras añades la levadura. Agrega la canela y, de vez en cuando, vuelve a tamizar los polvos mientras los incorporas a la mezcla de agua y azúcar.

El resultado será bastante líquido al principio. La idea es que, a medida que vamos añadiendo los polvos, la masa vaya quedando bastante espesa. Ahora combina las chispas de chocolate congeladas para evitar que se asienten al fondo.

Con papel de hornear cubre por completo tanto el fondo como los laterales de un molde de 20/22 cm de diámetro. Vierte la masa en el centro y nivela. Ahora deberás hornear durante 45/50 minutos con el horno precalentado a 180°C.

Si hacemos la prueba del palillo y está seco, lo retiramos del horno. Deja que enfríe para desmoldar y sírvelo con una pizca de azúcar glas. Ligero, suave y listo para disfrutar.

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