Canadá: preocupación científica por glaciares en peligro

¿Sabías que existen muchos glaciares que corren peligro de desaparecer de la tierra? La acción del cambio climático amenaza todo nuestro planeta.

Canadá, Territorio de Nunavut, un oso polar trepa a un iceberg flotante (Foto: Adobe Stock)

La biodiversidad corre una carrera por su supervivencia, aunque aún no se ha tomado conciencia sobre esto. El impacto humano que realizamos a diario deja una huella ambiental, con emisiones de gases y generación de carbono, que está acelerando el fenómeno conocido como cambio climático.

Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), el cambio climático es una alteración del clima, inducida por acción humana, que altera la composición de la atmósfera mundial, pero también en menor parte puede darse por condiciones de variabilidad natural.

Entonces, todo lo que hacemos está provocando un aumento de la temperatura global, es un fenómeno que puede hacer peligrar a ciudades enteras, ecosistemas y ya no sólo estamos hablando del peligro de extinción de animales, sino de la especie humana.

El progresivo derretimiento de los hielos no es algo nuevo, viene sucediendo desde hace más de medio siglo, pero se ha acelerado en las últimas décadas por acción de las altas emisiones de dióxido de carbono industriales y el efecto invernadero.

La población mundial ha sido alertada por los científicos sobre sus posibles consecuencias: no sólo la desaparición de los polos, sino toda su biodiversidad y el aumento del nivel de las aguas continentales podría sumergir territorios completos con inundaciones.

Un parámetro a considerar, cuando un indicador conllevaría alerta de peligro, sería un posible aumento del clima mundial superior a 2° grados.

hielos canadienses en peligro de extincion
Alertan por desprendimiento de hielos canadienses por calentamiento global. (Foto: Fundacion AQUAE).

Hielos canadienses en serio riesgo de desaparecer

Los glaciares y los grandes bloques de hielos continentales, funcionan como una especie de guardianes ambientales, debido a que su simple existencia garantiza la conservación de mares y la estabilidad de todos los ecosistemas del planeta, porque son reguladores del clima a escala planetaria.

Recientemente la mira del mundo científico se encontraba en Canadá, donde el bloque Milne de 4.000 años de antigüedad se partió y, según el Servicio Canadiense de Hielos, hubo un gran desprendimiento del 43% de su estructura durante el mes de julio de 2020.

Al parecer, este gran bloque de Milne forma parte de la última plataforma de hielo canadiense y se ha transformando en dos témpanos gigantes, que temen que pueda chocar con alguna plataformas petrolera sobre el mar. El desprendimiento del bloque se debe a un aumento de registro de temperaturas en verano.

“Este verano ha sido hasta 5° C más cálido, que el promedio durante el período de 1981 a 2010, y la región se ha estado calentando a dos o tres veces la tasa global. Milne y otras plataformas de hielo en Canadá simplemente ya no son viables y desaparecerán en las próximas décadas”, dijo el profesor y glaciólogo Luke Copland, de la Universidad de Ottawa.

Según un estudio satelital de la Universidad de Zurich, desde 1961 se han derretido en el mundo hasta el momento 9,6 billones de toneladas de glaciares, y la amenaza está más lejos de disiparse que nunca, porque a este ritmo más de un tercio de los glaciares de la tierra podrían desparecer en 2100.

¿Qué podemos hacer frente al avance del cambio climático?

En el sitio de la Fundación World Wild Life (WWF) se alerta al público sobre las consecuencias de la pérdida de los grandes hielos continentales para nuestras especies de animales y, en el corto plazo, las personas también podrían verse seriamente afectadas.

“En el Ártico, a medida que el hielo marino se derrite, los animales como las morsas pierden su hábitat y los osos polares pasan más tiempo en tierra buscando alimento”, señalan desde el sitio de WWF, y también alertan que los desastres naturales que podrían producirse a raíz de esto, causarían pérdidas por miles de millones de dólares, más allá de las invaluables pérdidas biológicas.

Algunas de las recomendaciones que realiza la fundación para contrarrestar los efectos del cambio climático, reduciendo nuestra huella de carbono en simples acciones:

• Comida: Reducir el desperdicio de alimentos y sólo consumir lo necesario.

• Electricidad: Adquirir equipamientos e instalar paneles solares u otros dispositivos, que permitan reemplazar fuentes de suministro de energía no renovable por energías limpias; o respaldar proyectos comunitarios que alienten estas prácticas.

• Reducir el consumo de carne animal: La cría intensiva de ganado es una de las fuentes de generación de gases y efecto invernadero más importante a nivel global.

• Ahorrar en consumo de energía eléctrica: Cambiar todas las bombillas de la casa por lámparas LED o de bajo consumo.

• Transporte: Usar transportes alternativos como la bicicleta, hacer carpooling (compartir coche), o simplemente caminar algunas distancias cortas, para reducir el impacto de los combustibles fósiles.

Mientras haya ciudadanos dispuestos a protagonizar el cambio en cada ciudad, aldea, lugar del planeta, habrá una oportunidad para alargar la vida de los glaciares y todo lo que los rodea.

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