Creado por un entrenador estadounidense, el Animal Flow reúne las técnicas de otras disciplinas y promete convertirse en la tendencia fitness de esta pandemia.
Vivimos en una época «mashup», donde las expresiones no tienen un género puro, sino que son una mezcla de todo lo conocido para lograr algo nuevo. Es un término que se evidencia en la música, el diseño, la moda y en otras disciplinas como la actividad física.
Desde este espíritu surge una actividad que es producto de la fusión del yoga, el parkour, breakdancing, entrenamiento funcional y capoeira: el animal flow.
Sigue la lógica de otra disciplina fitness que despegó en pandemia, la calistenia, en la que predomina la actividad física sin complementos deportivos. Se utiliza como herramienta el propio cuerpo.
El animal flow es una mezcla de movimiento expresivo y entrenamiento de fuerza. Consiste en realizar ejercicios concatenados que imitan el comportamiento animal para trabajar la estabilidad, coordinación, flexibilidad y tonificación, aprovechando el propio peso.
Lo más ventajoso de esta actividad es que puede hacerse en cualquier lugar, desde tu casa, el parque, la playa. Al aire libre es la mejor opción -sobre todo en tiempos de pandemia- para concentrarte y conectarte con la naturaleza mientras intentas controlar tu cuerpo a través de los movimientos.
Movimiento consciente en libertad, como en la naturaleza
Desde este enfoque alternativo, conectar mente y cuerpo para fluir es posible. En niveles más avanzados, los movimientos se concatenan con destrezas acrobáticas y el manejo del espacio no tiene límites.
Casi como en una danza, pero con la cadencia de las artes marciales, en el animal flow el ritmo es personal, facilitando la conciencia corporal y la conexión neuromuscular. También tiene un código propio: una nomenclatura de movimientos de animales ya estereotipados.
¿Quiénes pueden hacer animal flow? No hay verdaderos niveles de complejidad, pero en los primeros tiempos se requerirá de una supervisión para evitar realizar un mal esfuerzo que pueda ocasionar una lesión.
Dependiendo del estado físico de cada persona, pueden realizarse varias sesiones que pueden durar de 20 a 40 minutos. Lo importante es fluir y disfrutar con ritmo propio.
Nomenclatura de posiciones Animal Flow
Para quienes recién se inician, algunas posturas básicas son beast (bestia), crab (cangrejo), ape (mono) o scorpion (escorpión). Entre cada una de estas figuras se realizan travelings o transiciones.
En el nivel avanzado, en tanto, predominan las posiciones isométricas y las flexiones de brazos, siempre en tensión muscular, alternando saltos o acrobacias en una sucesión de movimientos en aceleración progresiva.
Cuando se alcanzan estas figuras sin dificultad, se pasa a un nivel superior de mayor complejidad, como por ejemplo:
- Bunny hop o saltos de conejo. En posición de sentadilla (cuanto más profunda, mayor el esfuerzo), saltar con ambas piernas al mismo tiempo para desplazarse hacia adelante. ¡Trabajo explosivo de cuádriceps, glúteos y abdomen garantizado!
- Flexiones delfín o flexión invertida. Este ejercicio parte de una plancha con los codos apoyados, para luego pasar a un suave balanceo hacia atrás y hacia adelante sin despegar los brazos del piso. La clave es el ajuste del abdomen y las respiraciones profundas para aguantar las series.
- Donkey kick jump o patada de burro. En cuatro patas como un animal, levantar o impulsar ambas piernas traseras hacia arriba como un salto enérgico y repetir varias series. El objetivo del ejercicio es trabajar a ritmo cardio y fortalecer piernas, tren medio y superior.
- Bear crowl o caminata de oso. En posición de cuatro patas, adelantar pierna y brazo del mismo lado para avanzar y luego repetir el movimiento con las extremidades del otro lado. Avanzar con esta marcha exige precisión, ajustando abdomen.
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