Recetas para leches vegetales caseras de almendras y anacardos

Si estás en transición hacia una alimentación sin leches animales, las leches vegetales caseras son el reemplazo ideal. ¡Prueba estas recetas!

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Hay una gran variedad de leches vegetales que puedes hacer en tu casa. (Foto: thespruceeats.com)

Optar por consumir leches vegetales es una manera de terminar con el sufrimiento animal, de comer nutritivamente y ser amigable con el medioambiente.

Si a eso le sumas que puedes hacer leches vegetales caseras, resultan una opción mucho más económica y sustentable. Además, evitas la utilización de envases que contaminan el medioambiente.

Y no nos olvidemos que, además, no tendrán ningún conservante.

Antes de empezar con las recetas, necesitarás tener a mano una bolsa para leche vegetales (se venden en herbolarios o dietéticas) o una tela tipo gasa para colar la leche. Este elemento te servirá para hacer cualquiera de tus leches.

bolsa leche vegetal
Sólo necesitaras una bolsa o tela tipo tul para colar tus leches. (Foto: cuerpomente.com)

¿Qué esperas para hacer tu propia leche vegetal? Compartimos algunas de las recetas más conocidas: de almendras y de anacardos o castañas de cajú. ¡Manos a la obra!

Leche de almendras

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La leche de almendras es muy rica en calcio (Foto: deliciaskitchen.com)

Entre las recetas de leches vegetales caseras, esta es ideal para incorporar calcio a tu dieta de manera natural. Además, las almendras son un alimento muy nutritivo, ya que también tienen magnesio, hierro y vitamina E.

Esta leche queda muy bien para preparar postres y batidos o para tomarla con cacao.

Ingredientes:

  • 1 taza de almendras crudas (con o sin cáscara)
  • 3 tazas de agua
  • 3 dátiles sin hueso (o algún endulzante de tu preferencia, como sirope de arce o estevia)
  • Extracto de vainilla (opcional)

Paso a paso:

Lo primero que debes hacer es poner en remojo las almendras. Como todo fruto seco, debes primero activarlo. La cantidad de horas es relativa, pero para que tengas una estimación, el mínimo sería de 6 horas. Lo ideal es dejarlas en remojo toda la noche.

Luego cuela las almendras y desecha el agua. Agrega las 3 tazas agua y el endulzante. Si lo deseas, puedes poner también extracto de vainilla, pero es opcional. También puedes elegir no poner nada de endulzante, solo te lo sugerimos porque quedará más rica para consumirla pura. Lleva todo a la licuadora o batidora de mano por unos cinco minutos.

Lo siguiente es buscar un recipiente a donde colocar tu leche. Lo único que tienes que hacer es colar la mezcla en la bolsa de leche o gasa. Exprime bien para sacar toda la cremosidad de las almendras. ¡Y listo!

La puedes consumir en el día, pero si quieres reservarla debes ponerla en la nevera, donde se conservará por unos 3 días.

Leche de anacardos o castañas de cajú

Leche de anacardos
El anacardo o castaña de cajú esta lleno de nutrientes (Foto: pinterest.es)

El anacardo es muy rico en vitamina B1 y magnesio. También incluye potasio, hierro y fósforo. La leche es muy versátil, ya que puedes usarla en preparaciones dulces o saladas.

Ingredientes:

  • 1 taza de anacardos o castañas de cajú
  • 3 tazas de agua

Paso a paso:

Los ideal es que utilices el anacardo crudo y sin sal. Si solo lo consigues tostado, lo importante es que no esté frito ni tenga sal ya que pierde sus propiedades y dará otro sabor a tu leche.

El anacardo es un fruto seco, por lo que también debes dejarlo en remojo un mínimo de 6 horas o toda la noche. Luego debes colarlos y desechar el agua. Ahora sí agrega las 3 tazas de agua y lleva a la licuadora o batidora de mano.

Puedes poner más o menos agua según lo cremosa que quieras tu leche. Sugerimos 3 tazas, pero puedes ir probando hasta que logres la consistencia que desees.

Finalmente, filtra la leche con la bolsa o gasa. Se conserva en heladera hasta 3 días.

Algunos consejos para tener en cuenta

La consistencia de la leche vegetal dependerá de las proporciones de agua y del ingrediente que elijas (avena, coco, almendras, anacardos). Ten en cuenta que, a mayor agua, te saldrá mas líquido. Si quieres una leche mas cremosa puedes agregar más del ingrediente.

En todos los casos, lo que te quede después de colar te puede servir para hacer otras recetas. ¡No lo deseches! Puedes usarlo para agregar a galletas, bizcochos, panes u otras preparaciones.

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