Impactante video: la osa liberada que se siente enjaulada

Un video muestra a una osa liberada dando vueltas en círculos en un santuario de animales. Aún no logra recuperarse del sufrimiento que le provocó el cautiverio.

Osa con zoocosis
La osa Ina caminando en círculos. (Foto: captura video @LibeartyOsos)

Un santuario de animales de Rumania publicó en sus redes sociales el triste comportamiento de la osa llamada Ina, que fue liberada luego de estar 20 años en cautiverio en un zoológico.

A pesar de estar ahora en libertad y tener mucho espacio libre con árboles y agua, Ina no ha cambiado el comportamiento que tenía adentro de la jaula que la mantenía cautiva. Lamentablemente, la osa padece de un trastorno llamado zoocosis y aún no se recupera después de tantos años de sufrimiento.

El Santuario Libearty hizo público un video donde se puede ver a Ina caminando en círculos, como si aún se encontrase dentro de su antigua cárcel. Este movimiento repetitivo deja una impactante marca en la tierra, símbolo del estado del pobre animal.

La osa fue liberada y llevada al santuario luego de que activistas animalistas denunciaran las malas condiciones en que vivía y lograran liberarla. Durante todo el tiempo que estuvo en cautiverio, sólo se le permitía salir de su jaula una vez por semana.

Los daños a su salud mental aún persisten y pasará algún tiempo hasta que vuelva a recuperar su comportamiento natural, si es que lo logra. Por esto, los animalistas llamaron a la reflexión para que la gente deje de visitar los zoológicos, que de lógicos no tienen nada.

¿Qué es la zoocosis?

El término fue usado por primera vez por el documentalista animalista Bill Travers, que popularizó el termino para comprender por qué los animales cambian sus conductas en estado de cautividad.

Con su fundación Zoo Check (hoy Born Free), Travers se dedicó a inspeccionar zoológicos y evaluar el estado de los animales que vivían allí. Así, encontró un patrón repetido en varios animales y elaboró exhaustivos informes.

La zoocosis es una enfermedad producida en los animales que viven aislados de sus conductas naturales. El hecho de estar encerrados, en entornos que no son propicios para ellos por el clima, los olores y los ruidos (pensemos por ejemplo en un oso polar en un zoológico del caribe, rodeado de animales que no son propios de su entorno) los afecta profundamente.

Se pueden encontrar conductas estereotipadas que varían en cada especie. Por ejemplo, mamíferos como los osos, felinos grandes, equinos y elefantes realizan movimientos repetidos desplazándose en el mismo lugar. Animales como los monos se arrancan los pelos de los brazos. Otros simplemente pierden su pelaje. También hay casos en que matan a sus crías, comen su excremento y se vuelven sumisos.

Ina, un ejemplo para detener el daño a los animales

Sin duda, el llamado a la reflexión que hizo el santuario generó impacto en las redes sociales y algunos medios que replicaron la noticia.

La crudeza de ver en un animal las secuelas del maltrato que les imprime el cautiverio es una razón para dejar de visitar zoológicos o circos que tengan animales.

En pleno siglo XXI, los zoológicos han perdido legitimidad. Sustentan su funcionamiento en la conservación de las especies y en la educación a la comunidad, pero nos hacemos estas preguntas: ¿de qué sirve conservar especies si no pueden estar en libertad y muy pocas veces son liberadas?; ¿qué educación puede haber al visitar lugares donde no vemos a los animales en su comportamiento natural, sino enfermos, apagados y tristes? Nos animamos a responder que lo mejor es verlos en libertad.

Oso en Libertad
Un oso gozando de su libertad. (Foto: Gerhard G. – Pixabay)

Ina fue una de las afortunadas porque no todos logran su libertad. Además, las secuelas son muy difíciles de borrar y, en muchos casos, los animales no logran integrarse a su nuevo entorno y reaprender sus conductas naturales.

En la actualidad, existen varios proyectos para cerrar zoológicos, esterilizar a los animales que los habitan para que dejen de reproducirse, y enviarlos a santuarios para que vivan lo que les queda de vida en libertad.

También hay proyectos muy ambiciosos como el eZoo, que promete ser el zoológico del futuro. En el, la gente puede visitar el lugar y ver a los animales en 3D. El proyecto aún no está en funcionamiento, pero es muy prometedor.

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